Ningun conocimiento se nos da si no existe en nosotros la voluntad de conocer, ninguna droga nos salva si no queremos ser salvados.


"La experiencia más hermosa que podemos tener es lo misterioso. Es la emoción fundamental de la que
nace todo arte y ciencia verdaderos. Quien no la conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es
como si estuviera muerto y sus ojos estuvieran cerrados"

"Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no.
¡Investiga!"


sábado, 11 de enero de 2014

Entrevista a Dan Winter: “Las emociones afectan a nuestra genética”

Enseñanzas eléctricas. Ha investigado y ha profundizado en diferentes campos de la ciencia (geometría, física, lenguaje, consciencia, geobiología, biología y matemáticas) en busca de leyes físicas que se funden con la espiritualidad. Es conocido mundialmente por ser el primero en relacionar el fractal con el origen de la gravedad y por sus teorías científicas que muestran cómo la ciencia da origen a la consciencia: “Las enseñanzas espirituales son enseñanzas eléctricas y la iluminación es pura física a nuestro alcance”. Sobre él, Darren Aronofsky realizó (1998) la película Pi, fe en el caos.


Dan Winter presenta las bases de la nueva física que unifica la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica, comprendiendo la fuerza centrípeta que explica la gravedad, a través de la fractalidad y la proporción áurea.
Una verdadera e impresionante explicación científica de lo que llamamos vida.
Las consecuencias de sus aplicaciones serán extraordinarias a corto plazo.


Sabe esa aureola que les ponen a los santos...? Es pura ciencia.
¿Se puede ver y medir?
Uno de mis colegas, el profesor Konstantin Korotkov, catedrático de la Universidad de San Petersburgo, ha creado un aparato, el GDV (visualización por descarga de gas), que conectado a la punta de los dedos y a un ordenador muestra el aura de todo el cuerpo; es decir, el campo energético.

  ¿...?
Están utilizándolo ya más de 10.000 médicos, incluida la asociación médica estadounidense. Con el GDV obtenemos información sobre el estado físico y psicológico del paciente. Nos permite abordar un nuevo nivel del ser humano, el energético.

  Póngame un ejemplo concreto de lo que puede medir el GDV.
La empatía entre las personas: vemos cómo el aura de las parejas bien avenidas se mueve entre los dos cuerpos; y también cómo la gente que toma drogas, legales o ilegales, tiene agujeros en su aura.

  ¿Y usted investiga con eso?
Sí. Entre otras cosas, con lo que ocurre con el aura tras la muerte.

  Creo que tendremos que ir despacio.
Cuando morimos, el campo eléctrico, o lo que llamamos vida, sale del cuerpo. Las constantes de Kluver (un científico que se dedicó a investigar las experiencias cercanas a la muerte) es lo que la gente suele ver cuando muere. Se trata de un patrón de simetrías.

  ¿Todos ven lo mismo?
Sí, primero ven una rejilla, luego una especie de telaraña, un túnel y finalmente una espiral.
Lo que hemos descubierto es que esos cuatro pasos se corresponden con la geometría de pliegues de nuestro ADN.

  ¿Y?
 Nosotros somos un colectivo de 3 billones de células, y probablemente cuando morimos nuestro campo electromagnético se va hacia el centro de cada una de esas células, nuestro ADN, para luego salir de nuestro cuerpo. Adónde llegue después depende del grado de fractalidad del entorno en que morimos y de nuestra preparación; puede llegar a cualquier punto del universo.

  Defíname fractalidad.
Una rosa, un helecho, una piña, las muñecas rusas…, es decir: el interior tiene exactamente la misma forma que el exterior, y eso es lo que produce la fuerza centrante, la implosión, lo que provoca que todo se mantenga alrededor de un centro, incluido nuestro campo electromagnético. En realidad, la fractalidad es lo que genera la gravedad.  

¿Todo se pliega sobre sí mismo?  Si, sólo existe una forma que se comprime infinitamente. Imagine un pequeño chip en  el que cabe toda la información del cosmos;  eso es lo que llamamos vacío, que en realidad  alberga toda la energía del universo.

  Nuestro campo magnético va variando...  ¿en función de qué?
Lo que comemos, dónde nos encontramos y  cómo nos movemos. Un edificio metálico y  cuadrado es lo opuesto a fractalidad. Pero durante una experiencia cumbre, las ondas cerebrales generan la proporción aurea.

  ... Que obedece toda la naturaleza.
Sí, desde una caracola hasta las galaxias,  desde nuestro propio cuerpo hasta los átomos;  todo tiene la misma proporción: es el  punto de unión de nuestro universo, el camino  de la unidad, el número phi.

  ¿Phi o Pi?
Pi es la constante que permite pasar de la  línea al círculo, y phi nos permite pasar del  círculo a la espiral, reentrando en ella misma.  Es lo que llamamos autoconsciencia.

  El personaje Max Cohen, de la película  Pi, fe en el caos, ¿se inspira en usted?
Sí, pero debería haberse llamado phi y no pi,  el productor le cambió el título en el último momento. La película describe cómo todo  está compuesto de espirales y expone paralelismos directos de mi vida.

  ¿Y ahora qué le ocupa?
La bio-retroalimentación, que nos ha permitido discriminar las emociones en términos eléctricos, de ahí mi expresión emoción coherente.  Eso ha inspirado notables investigaciones.

  ¿Con algún resultado revelador?
Se midió, de un modo totalmente replicable,  que el efecto de la ordenación coherente  de los armónicos del corazón en los momentos  de compasión o amor causaba una  repercusión en el trenzado del ADN.

  ¿Qué significa eso?
Que las emociones afectan directamente a  nuestra genética. Y tiene diversas aplicaciones:  en estos momentos, con mi equipo de  Inglaterra estamos buscando campos eléctricos  bioactivos.

  ¿Qué es eso?
Sabemos que una pirámide o un dolmen  pueden afectar a la germinación de semillas,  e investigamos cómo crear un campo  eléctrico que prevenga el envejecimiento...,  lo opuesto a vivir en edificios y ciudades como  los nuestros. Todos los edificios sagrados  están construidos siguiendo la proporción  áurea, de manera que generan un campo  eléctrico que facilita el crecimiento, y  eso hoy podemos medirlo.

  ¿Tenemos que cambiar de vida?
Las enseñanzas espirituales son, en el fondo,  enseñanzas eléctricas. Sólo tenemos  que crear entornos más fractales, comer comida  fractal y hacer ejercicios que nos armonicen  con el exterior, así nos llenaremos de vida y consciencia.

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