La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos señala que los niveles que se encuentran entre los 301 y los 500 microgramos por metro cúbico son peligrosos y, por tanto, se aconseja no realizar actividades al aire libre. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene baremos más estrictos. Más de 500 supera en más de veinte veces el nivel considerado seguro.

Muchas viviendas particulares y oficinas chinas cierran a cal y canto y los purificadores de aire funcionan a plena potencia. En internet, se pueden leer calificativos de la situación como aire “post-apocalíptico”, “terrible” o “increíble”. Las personas que trabajan en las altísimas torres de oficinas en el centro de Pekín no podían distinguir los rascacielos de enfrente.

Lo mejor es no salir a la calle

 


El sistema chino ni siquiera puede medir niveles que superen los 500 microgramos por metro cúbico porque no está preparado para ello. Aparte de la posible censura que podría existir. La embajada de Estados Unidos, en estos casos, se considera más fiable y ha asegurado que se puede llegar, en ciertos momentos, a niveles de 886 microgramos por metro cúbico.
Pero la contaminación no sólo afecta a la capital. Doce provincias del país se encuentran en alerta por contaminación. En el norte, las autoridades aconsejaban no salir a la calle.

La contaminación de Pekín vista desde el espacio 

 


Fuente: EcologíaVerde