Ningun conocimiento se nos da si no existe en nosotros la voluntad de conocer, ninguna droga nos salva si no queremos ser salvados.


"La experiencia más hermosa que podemos tener es lo misterioso. Es la emoción fundamental de la que
nace todo arte y ciencia verdaderos. Quien no la conozca y ya no pueda sorprenderse ni maravillarse, es
como si estuviera muerto y sus ojos estuvieran cerrados"

"Nada de lo que escuches, sin importar quien lo diga.
Nada de lo que leas, sin importar dónde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin previo discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no.
¡Investiga!"


lunes, 12 de noviembre de 2012

Los valores invertidos, lo que nos inducen a pensar, lo que quieren que creas, la educación y los modelos a seguir que nos ofrece la sociedad, ridiculizar a tus semejantes, ambientes violentos de caos, la vejez y el miedo


Los valores invertidos, lo que nos inducen a pensar, lo que quieren que creas, la educación y los modelos a seguir que nos ofrece la sociedad, ridiculizar a tus semejantes, ambientes violentos de caos, la vejez y el miedo

El bien y el mal hacen parte sin lugar a dudas del eterno dilema al cual se ven confrontados los hombres de todas las sociedades del globo. 

Los valores y virtudes que se le atribuyen a una cierta creencia religiosa no son otra cosa que lo que muchos otros llamamos valores comunes, así los jerarcas y creyentes de las diferentes religiones se disputen eternamente su autoría.

Lo que a nosotros nos enseñaron que era bueno o malo, es de alguna manera bueno o malo de forma general. 

Es hora de asumir y comprender que el lado negativo de las cosas solo brinda enfermedades, violencia, conflictos innecesarios, stress, bajones de ánimo, separaciones familiares, llanto, imposibilidad para hallar soluciones y  comprender que donde hay alegría, alumbra el sol, hay posibilidades, es posible curarnos, podemos ofrecer a nuestros semejantes mejores cosas, nuestro corazón tiene mayores razones para permitirte sonreir. 

Cualquier individuo de cualquier país del mundo es consciente de que, aunque no siempre sea el caso y siempre haya motivos para debatir en algunos casos muy particulares, de manera general, existen ciertos principios y valores universales innegables que todos conocemos y sin los cuales el funcionamiento de la sociedad moderna no tendría ningún sentido.


Valores :  son aquellos principios que rigen nuestra vida diaria.  

Que hacen que a nuestro amor lo coloquemos en algo o en alguien para darle razón de ser a nuestra existencia. 

Como seres de amor, sentimos la necesidad de darlo, pero a veces, ese amor lo colocamos en el lugar equivocado.

Es ahí cuando le damos importancia y declaramos valioso, indispensable,  ese "algo", registrándolo mental y emocionalmente, como un valor importante para nuestro diario vivir.

Cuando la igualdad de los hombres, se convierte en un valor específico, esto rige para todas nuestras acciones, entonces comenzamos a rechazar la separación, la discriminación y todo lo que tenga que ver con desigualdad.

Lamentablemente, la humanidad comenzó a darle valor vital a las cosas y no a las personas, a los sentimientos, a la consideración humana, al respeto y al aprecio de uos hacia otros.

Y comenzó a hacer su lista de valores, dándole los últimos lugares a lo que tendría que tener en los primeros lugares.

Nuestra memoria está formada por patrones de creencias que generan comportamientos repetitivos.

Para poder modificar esto debemos usar la liberación de la memoria celular/cmr, para realizar cambios de forma efectiva y evitar manipulación de otros sobre nosotros, estos bloqueos y contracciones energéticas son los causantes de la mayoría de los problemas físicos y emocionales que padecemos.

Empecemos por hacer referencia a varios factores que desconocemos pero que están presentes en nuestra sociedad, en nuestras creencias y que en últimas son la base de nuestras vidas y nos hacen comportar de ciertas maneras inexactas.

Si a una persona le dicen desde pequeña que al llegar a viejo, y que vá a tener Altzeihmer, Parkinson y aparte le dicen que su cuerpo no va a estar bien, que vá a sufrir de Osteoporosis, pues irremediablemente esa persona si se lo creyó va a sufrir de esos y otros males, porque su mente fué entrenada para pensar de esa manera.

En mi caso hace unos doce años se me dijo que tenía cáncer de cólon, que no me quedaba mucho de vida, que debía someterme a muchos entuertos médicos y que si no hacía lo que me recomendaban tendría consecuencias fatales y nefastas. 

Ví la enfermedad de cerca, muchos familiares sufrieron de eso y los ví morir, pero sin embargo lo primero que hice fué ponerme a investigar y aprender sobre el asunto, una vez tuve el bagaje suficiente rechacé la enfermedad en mí, y no puse cuidado a aquellas recomendaciones de la época, seguí mi instinto y en este instante me siento mejor que nunca, con una salud de hierro y a prueba del exámen que quieran hacerme.


Increible que la gente coma de los medios y crea que la anorexia es algo común y que amerita, y peor aún que las personas vivan acordes a esos cánones de la moda, chicas o chicos dejen de creerse que son imperfectos, dejen de creer que sus cuerpos deben ser perfectos, hay una realidad y es que todas las personas tenemos buenas cosas y malas cosas, pero no existen estándares de perfección demostrables, solo son cuentos mercantiles que aparecen para obtener el lucro de pocos.

Cada persona es especial e importante en su medida, y su cuerpo puede o no pertenecer al común, pero eso no implica que deban siempre aparecer de x o y manera, las personas deben aceptar lo que hay y uno debe como ser humano aceptarse y valorarse por lo que tiene y recibió al nacer.

Ni los colegios, ni los amigos, ni nadie puede juzgar y determinar que es bueno o malo visualmente hablando, ni nadie puede especificar que inteligencia está bien o mal, lo único cierto es que como personas tenemos que entender que debemos cuidarnos en lo que comemos, en lo que estudiamos para cultivarnos,  en lo que hacemos para mantenernos sanos.

Hace mucho tiempo blogeo y coloco mis aportes sobre como curar el cáncer, sobre como la vejez es un estado para el que hay que prepararse y como el ser humano es capaz de cosas increibles, es hora que las personas reaccionen y tomen el control de su salud, coman sano, se cuiden y dejen de creer todo aquello que les muestran los medios, hay que usar el discernimiento, hay que meditar a conciencia sobre cuál es la verdad y lo que nos conviene asumir o no.

En nuestra sociedad se invirtieron los valores morales y éticos hace mucho, venimos con muchas cosas de tiempo atrás que nos dañan, pero afortunadamente el internet ha puesto al descubierto y ya es imposible seguir tapando el sol con un dedo. 

El hombre que se refugia en su "interés privado" y se pone como horizonte el "bien particular" desentendiéndose del bien común viola su dignidad de hombre y dá la espalda a la tarea ética que le correspondería en cuanto a ser un hombre digno, que puede trabajar de la mano con otros y hacer cosas increibles y especiales. 

El principal valor que debemos llevar en nuestras vidas para el bien común lo es sin duda, "el valor del servicio a los demás" solo así nos beneficiamos todos por igual y el universo tiene de sobra para todos. 

Nos ganó el consumismo, la voracidad por el dinero, la moda de pisotear a los débiles, el afán de figuración, pasando por encima de otros que son iguales a nosotros, en vez de tener por cierto que entre todos podemos lograr un futuro pleno para muchos. 

Las personas valen por su intelecto, por lo que pueden ofrecer, por como te pueden ayudar, en últimas acaso una casa, o un vehículo, o una joya fina pueden alimentarte, pueden sanarte, pueden permitirte compartir buenos monentos, pueden hacerte reir, quizás lo harán unos instantes y luego quedas vacio, y tú corazón duele por las penas que llevas dentro.

Es muy claro que vivimos en una sociedad demasiado egoísta y no nos damos cuenta o, más bien, no queremos darnos cuenta tanto de la cantidad de personas que viven en extrema pobreza en nuestro país y en muchos otros lugares del mundo, como tampoco de la falta de solidaridad y de justicia social entre los seres humanos. 

Esto a la vez fomenta el individualismo, ya que cada persona se preocupa sólo por sí mismo y por tener cada vez más que los demás.  

Crees en verdad que las guerras liberan las naciones, o solamente enriquecen los bolsillos de los accionistas mayoritarios de quienes las fomentan, acaso tantas muertes a quienes benefician, ese suifrimiento logra exactamente beneficiar a quien.

También en los últimos años, está siendo marcada por un preocupante incremento de la violencia y falta de respeto, de agresiones a todo lo que irrita o contraría, o que molesta, y nadie reacciona porque no saben que ocurre con los alimentos que comen, ni con lo que respiran por mencionar algunos eventos.

Los valores académicos están tergiversados,y los gobernantes solo velan por sus propios intereses, no interesa promover la participación de la familia en la educación de sus hijos, y tenemos en la sociedad una gran crisis de valores. 

Muchos coincidimos en que queremos una sociedad libre, con ciudadanos responsables y comprometidos, capaces de participar activamente en la vida pública y privada. 

Queremos que se tenga como bandera la solidaridad y el altruismo. 

Pero para ello necesitamos que cada ciudadano desde la función que ejerza en la sociedad, tome conciencia de los efectos que dejan sus actitudes en la construcción de un país más justo donde se respete la dignidad del ser humano. 

Los valores no son sólo una cuestión personal, sino que repercuten en todos los ámbitos de la sociedad. 

Ésta es la razón por la que una crisis de valores a nivel personal se refleja en la sociedad en su conjunto y se constituye en un problema social, del cual se deriva una serie de acciones y conductas poco éticas: en la política, la economía y por supuesto, en las organizaciones, tanto públicas como privadas. 

A las sociedades las forman los hombres. 

Entonces, ¿qué hacemos con los hombres? 

Recordemos a Pitágoras :  “Si no queréis castigar a los hombres, educad a los niños”. 

Esta crisis de valores tiene su origen en la infancia y adolescencia, ya que es en estas etapas cuando se forjan muchos de los valores que dirigirán la vida de una persona, y es por esto que resulta de vital importancia que los niños y jóvenes reciban en sus familias y en las escuelas una educación integral, centrada en la persona como ser único e irrepetible. 

Toda concepción pedagógica supone, pues, una doctrina filosófica del hombre; es decir una idea antropológica. 

La idea de la educación no ha de buscarse más allá del niño mismo, sino que debe guardar cierta correspondencia con la idea de hombre. 

El hombre educándose perfecciona su ser en la línea de su humanidad; o sea, se perfecciona como hombre. 

Generalmente cuando hablamos de educación nos quedamos con la sola idea de instrucción. 

Pensar esto es asimilar una parte integrante del término y olvidar los elementos que la comprenden. 

La instrucción es la comunicación de ideas o conocimientos, como puede ser el teorema de Pitágoras que un profesor enseña a sus alumnos.

La ciencia lleva tiempo creyéndose de más y tergiversando las verdades del universo, con la premisa de ridiculizar a quien se atreva a colocarse en su camino, cuando de lo que realmente se trata de es utilizar las cuestiones eficientes para así todos poder mejorar y crear un ambiente más sano y seguro a futuro, entonces lo que ha logrado es retrasar la evolución impidiendo nuevas ideas, nuevos desarrollos, nuevos procesos eficientes y efectivos que beneficien a todos por igual.

El conocimiento no tiene precio y es muy aprecido en las culturas asiáticas, por eso ellos veneran a quienes han vivido y les otorgan un lugar privilegiado en sus culturas, basta con apreciar los promedios de longevidad allí, el hombre tiene vida mientras tiene proyectos, mientras es valorado, mientras puede aportar a otros lo que sabe, mientras tiene la capacidad mental despierta,

Estos contenidos se dirigen a la inteligencia; sin embargo, el hombre no es sólo inteligencia, es también voluntad y corazón, y es también un cuerpo; por eso existe también una educación de la voluntad, una educación física, etc. 

Desde su nacimiento el hombre necesita ser conducido por sus padres en esta enorme labor de ser hombre. 

Debe ser alimentado, protegido, se le debe enseñar una lengua, ciertos hábitos de comportamiento en sociedad, etc. 

Advertimos por tanto que el hombre no nace sino que debe perfeccionarse en el tiempo. 

La naturaleza humana exige ser perfeccionada, ser acabada, llegar a la plenitud. 

Esta plenitud, o el llegar a un grado de excelencia, es lo que los griegos llamaban areté y se puede traducir por la virtud de los latinos. 

Por tanto, el término virtud, que a nosotros nos suena con connotaciones morales, no tiene primariamente este sentido. 

Los antiguos eran conscientes de que todo ser, según su propia naturaleza, debía adquirir un grado de plenitud, de excelencia.

Los medios últimamente solo promueven violencia, entonces irremediablemente cosneguirán eso violencia, si a diario se nos presentan volcanes a punto de hacer erupción, entonces la gente mantiene en una doctrina de miedo, donde las personas son más manipulables, revisen los medios y cuenten cuantas noticias de ese estilo hay para que lo entiendan.

Educación es según Santo Tomás : “conducción y promoción de la prole al estado perfecto del hombre que, en cuanto hombre, es el estado de virtud”. 

a) Conducción : significa la guía u orientación del educador; el crecimiento o desarrollo humano es asistido por el educador que le procura ayuda para el cumplimiento de su fin propio, esto es, para que sea el mejor y más adecuado desarrollo del hombre. 

b) Promoción : la educación no produce ni construye nada en el educando; sólo favorece,promueve o mueve a favor el crecimiento intrínseco en la naturaleza del educando; esto implica que la actividad educativa debe contar con el dinamismo propio del educando, no imponiéndoselo, aunque sí corrigiendo las desviaciones que puedan darse. 

Esto último exige un conocimiento o sentido de la finalidad. 

c) Prole : la educación tiene un carácter natural, y no artificial; es considerada como prolongación de la generación y de la nutrición de la prole (descendencia); de esta consideración dimanan dos tesis: una es la titularidad primaria de los padres en la educación: éstos son los primeros y principales responsables de la educación; la otra es la duración indefinida de la educación por toda la vida, en cuanto continuación perfectiva en la existencia de la nutrición. 

d) Estado perfecto: la educación, obviamente, no otorga la vida, pero sí el estado de vida adecuado al hombre. 

Aquí, “perfecto” no significa “óptima y completamente acabado”, sino el mejor posible; “perfecto”, sobre todo, significa perfectible. 

La educación coadyuva a promover el mejor estado de vida para el hombre. 

e) En cuanto hombre: el perfeccionamiento humano se funda en la naturaleza del ser humano; no se establece desde ninguna instancia extrínseca a lo que él es. 

Esta afirmación se establece desde la doctrina metafísica de la participación en el ser y desde la doctrina antropológica de la perfectibilidad del ser humano, que se perfecciona a sí mismo al tiempo que perfecciona el mundo natural que le rodea. 

f) Estado de virtud : esto supone dos cosas: la primera es que la “virtud” es, sobre todo, el aumento y la posesión de la capacidad operativa, o sea, la potencia mejorada de obrar y hacer, según la cual el ser humano actúa del mejor modo posible y es dueño de su actuación implícitamente se está aludiendo a la libertad; la segunda es que el “estado de virtud” alude al sentido de la finalidad: el fin es que el hombre actúa del mejor modo según su naturaleza, según lo que es él, y según quien es él.

La familia es la primera escuela de valores? 

Sí. La sede principal de la educación es la familia. 

Dónde se debería desarrollar mejor el ejemplo sino en ella? 

La familia es la célula originaria y principal de la sociedad. 

No hay institución que la preceda, la familia nace del matrimonio. 

Y de la familia nacen las demás instituciones: municipio, Estado, etc. 

A la familia compete en primer lugar la educación de los hijos y una educación en todos los niveles, aunque también deba servirse de las instituciones que ofrezca el Estado, como las escuelas. 

Pero esta oferta de Estado no debe negar y anular la prioridad de la familia como educadora, le toca a ella por derecho natural. 

Es importante que el hijo vea que los adultos hacen lo que dicen, lo que enseñan. 

Aunque nos parezca inalcanzable ser el padre perfecto. 

El niño necesita padres fuertes, pero también humanos. 

Padres que se equivocan, que pueden pedir perdón o que tienen días malos. 

Podría pasar que un día el padre dijera "hoy no puedo, pero mañana sí". 

Y entonces al día siguiente ese padre debe cumplir con su promesa, porque si no, se convierte en alguien no confiable. 

Es importante tener en claro también el valor de los límites. 

Es verdad que nadie da lo que no tiene. 

Pero nuestros hijos tienden a cargar con nuestras carencias. 

Cómo podemos establecer una adecuada jerarquía de valores? 

Para que tal jerarquía no sea arbitraria debemos analizar la naturaleza humana. 

Descubrimos en el hombre unidad de cuerpo y alma,tres dimensiones. 

La primera, relativa al cuerpo material, es la dimensión orgánica o biológica. 

La segunda y la tercera dimensión son relativas al alma: la dimensión racional o lógica y la dimensión moral o ética. 

A partir de aquí podemos discernir los tipos de valores. 

Pongamos en el centro los valores intelectuales o espirituales. 

Éstos se mueven a la búsqueda de la verdad (valores teóricos, propio del entendimiento especulativo que ordena las ciencias) o del bien (valores prácticos) o de la belleza (valores técnicos, en cuanto que la razón técnica obra sobre la naturaleza mediante las artes, los oficios, etc.). 

Ascendamos ahora en la escala de valores. ¿Qué ocurre si el hombre, en vez de trabajar sobre la naturaleza externa (la construcción de una casa, la elaboración de una pintura) obra sobre sí mismo para obtener su perfección? 

Es la búsqueda del bien en la propia naturaleza humana, la razón obra sobre sí misma para gobernar sus tendencias. 

Estamos ante los valores morales. 

Para cuyo ejercicio nos servimos de las virtudes morales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. 

Estando la prudencia en el ámbito del intelecto y de la voluntad, pues es virtud rectora. 

Un paso más en la escala nos lleva a la cima, los valores religiosos. 

Se completan con ellos los valores morales al toparnos con lo sobrenatural. 

Estos valores nacen de la apertura de la persona a Dios. 

Descendamos ahora un escalón desde los valores intelectuales. Nos encontramos con el hombre que se relaciona con otros hombres. 

Aparecen aquí los valores sociales y políticos. 

Un paso más abajo nos lleva a los valores vitales, el encuentro del hombre con su vida orgánica. 

Y finalmente, en el último grado, hallamos la relación que tiene el hombre con las cosas materiales, es decir, los valores materiales o económicos. 

Por tanto, empezando con los valores supremos, la jerarquía de valores quedaría así : 

religiosos, 
morales, 
intelectuales, 
sociales y políticos, 
vitales y materiales. 

Somos conscientes que nuestra sociedad actual ha invertido la escala de valores, ya no tienen prioridad los valores religiosos y morales. 

Parece que nuestro mundo prefiere los valores económicos y vitales. 

No advertimos cómo se cultiva el cuerpo, cómo se busca la salud, como un fin, sin preocuparse de la educación moral, de la conciencia, del sentido religioso? 

No acapara hoy la economía todas las dimensiones del hombre? 

Hasta se piensa que hay calidad en la educación simplemente porque se invierte mucho en ella, porque se gasta mucho dinero. 

Los valores materiales no son malos, el problema es que no son los primeros; uno se preocupa más por tener un buen coche o el celular de última hora que por tener una voluntad recia o una ardiente fe para soportar el sufrimiento y las adversidades de la vida. 

Lo que se debe hacer educar al hombre, los valores enumerados arriba están en el hombre de forma virtual, de forma latente; nos queda, pues, la tarea de suscitarlos llevando al hombre a la perfección, a su estado de virtud. 

Para eso está la educación. Y habrá un tipo de educación según los diversos valores: educación religiosa, moral, intelectual, técnica, sensible y física. 

Habrá que educar la cabeza; es decir, la inteligencia con la doctrina, las ideas, los conocimientos de las diversas disciplinas científicas. 

Es importante también la educación de la sensibilidad, de los afectos, del corazón, pasando del sano amor propio al amor de los demás. 

La educación de la praxis va desde el conocimiento del fin hasta la ejecución, pasando por la deliberación : Cuál es mi fin, que pasa con quienes me rodean? Qué debo hacer en la vida y como otras personas podrían ayudarme? Cómo lograrlo solo o acompañado? 

Una completa educación lo es también del cuerpo, es la educación física tan valorada hoy en día. 

Mente sana en un cuerpo sano, y es muy cierto; por ejemplo, el máximo rendimiento intelectual tiene mucho que ver con un organismo sano : suficientes horas de sueño, buena alimentación, no tener preocupaciones en nuestra mente, no atesor rencores, no juzgar a nuestros semejantes, etc. 

Advertimos que un valor superior estás condicionado por el que le precede. 

El secreto de una buena educación está en la armonía, en la auténtica adaptación de todos los valores siguiendo la jerarquía establecida según la propia naturaleza del hombre. 

Hay una jerarquía de valores y una jerarquía de la educación, del cumplimiento de esos valores.

El hombre antiguo, el pueblo griego en particular, lo tenía muy claro, educaba en las virtudes mediante los personajes ejemplares. 

Pensemos en la Ilíada o en la Odisea, en una sociedad donde apenas hay leyes escritas los deberes se transmiten mediante modelos de forma oral. 

Aunque los ideales homéricos están destinados a un grupo de la sociedad muy característico, la aristocracia, hay que señalar el medio de educación : el ejemplo. 

Más tarde, la tragedia griega intentará hacer lo mismo aunque a otro tipo de sociedad. 

De estos dos ejemplos, la épica y la tragedia, se concluye que la literatura ha sido uno de los medios más aptos para mostrar modelos y antimodelos, enseñar lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. 

También la fé no tiene mejor forma de transición que el ejemplo, el testigo. 

Por eso la fé cristiana ha mostrado las vidas de los santos para la edificación del pueblo de Dios, presentando modelos reales de amor a Dios como para decirnos «si otros pudieron tú también puedes». 

Las manifestaciones artísticas son un medio apto para esta tarea, el arte, la literatura. 

Ahora bien, la transmisión de estos valores llega a nuestras manos gracias a una tradición. 

La tradición es una herencia, es la entrega de un patrimonio de generaciones pasadas a generaciones presentes. 

Es decir, la tradición comunica algo, un modo de ser, una razón, un canon y una medida para el pensar y el obrar. 

Al fin y al cabo nos habla de Dios, origen y meta del hombre. 

Lo contrario a la tradición sería el nihilismo, el culto a la nada, el vacío, el escepticismo. 

El mundo occidental tiene una gran herencia que se está viendo atacada, una tradición que es griega, romana, judía y cristiana. 

La crisis de los valores se refiere a esto: vivimos en una crisis del ser, de la razón y del sentido; vivimos en una sociedad que ha invertido la jerarquía de valores. 

Y esto se manifiesta en el arte, en la literatura y en la educación actual. 

No hay que olvidar tampoco la relación entre educador y educando, dos polos que se dan tanto en la familia (relación padre hijo) como en la escuela (relación maestro alumno). 

Nos encontramos pues con una causa (educador) y un efecto (educación) siempre con la colaboración del educando. 

Son las personas las que educan, sólo de manera indirecta educan otros elementos como los instrumentos (bibliotecas, vídeos, etc.) o el ambiente natural y social. 

El educador goza de autoridad, algo que se está perdiendo en nuestra sociedad occidental. 

El educador tiene autoridad porque aumenta, perfecciona la vida de alguien. 

El educador tiene el bien y la verdad que busca el educando. 

Aunque esa verdad y ese bien que posee y ofrece el educador es participado por Dios, Dios la posee en grado sumo. 

La experiencia, propia de la mayor edad, confiere también autoridad al educador. 

La educación es el medio propio para que el hombre se perfeccione como hombre, se haga virtuoso, desarrolle los valores que están latentes en su naturaleza. 

Procuremos prepararnos como Padres de valores los que lo somos y prepárense los que no lo son, será el mejor regalo que podremos darles a nuestros hijos. 

Algunas actitudes positivas para motivar pudieran ser: 

Ponerse en el lugar del otro. 
Ser padre contenedor, modelo y mentor, guía ejemplar. 
Focalizarnos sobre los juicios positivos, dejando de lado los defectos. 
Darle importancia del problema del otro, a su escala. 
No descalificar lo que le pasa al otro. Validar su experiencia: le dá mucha confianza. 
• Aprender de quiens han pasado por los procesos, valorar más al anciano.
Generar el encuentro verdadero, una mirada, el abrazo, un cuento, complicidad. 
Salir del propio punto de vista. 
• Dejar de lado los egos y escuchar, ofrecer una mano amiga, consejos de corazón.
Comprender al niño y al joven sin emitir juicios de valor. 
Atender a gestos y actitudes además de las palabras. 
Ayudar al niño y / jóven a que nombre sus emociones. 
Dar atención y disciplina positiva.
• Brindar apoyo en forma que resulte reconocido por el niño. 
Dedicar tiempo para hablar de las normas y valores, y por qué son importantes. 

En líneas generales el educador tiene una función social ineludible; su actividad tiene sentido si vela por la salud social. 

El arte del educador es análogo al del médico. 

Éste, propiamente, no cura, sino que sólo asiste y potencia a los procesos naturales en el organismo del paciente, que es quien realmente se cura. 

“Educar es algo más que colmar de contenidos la inteligencia; de ahí que la necesidad de informar la mente no ha de ser un obstáculo para formar al hombre, que es lo constitutivo y definitorio de la educación. 

Erudición, no es educación, ni el sabihondo es necesariamente un hombre educado. 

Más aun: educar es menos un trabajo de acumulación que una labor de formación, en la cual naturalmente el carácter cualitativo prima sobre el aspecto cuantitativo.” 

Entonces lo que importa no es solo saber de valores, sino llevarlos a la práctica y actuar con suficiente coherencia con lo que se predica. 

Belgrano sostenía que el maestro/educador debía ser considerado como “Padre de la Patria” y debía tener un asiento en el Cabildo local. 

Sean pues, los educadores-padres, los que regeneren, los que vuelvan a dar vida a nuestra sociedad, los medios han demostrado que dejarse llevar por los impulsos empresariales y someterse a la voluntad de sus clientes ha creado grandes daños ante los que debemos reaccionar y actuar de inmediato, es hora de buscar personas interesadas por sus semejantes y no solo autómatas reflejo de avisos comerciales irreales.

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